Por Martha Sánchez

Continuum marcó un antes y un después en la vida del coreógrafo cubano Niosbel González. Por esa pieza el bailarín recién conquistó el Primer Premio del Certamen de Solos del 26 Festival Internacional MASDANZA celebrado en Canarias, España; pero nunca tuvo mayor pretensión con la obra que la de mostrarla a sus seres allegados en la sala de la casa, como quien comparte con familiares y amigos un poema o un dibujo.

Para Niosbel se trata de una pieza muy íntima porque habla de la muerte, pero no solo de la de una persona; pues, a los 26 años de edad, arribó a la convicción de que la vida, de manera natural, trascurre por ciclos.

Foto: Cortesía de la autora

“Al principio no tenía nombre, era solo una idea de ver -como algo totalmente normal- que las cosas empiecen y acaben, que la vida es un proceso”, reflexionó el joven bailarín de Mi compañía, agrupación fundada y dirigida por la coreógrafa española Susana Pous, establecida en La Habana.

“Me propuse sembrar en la conciencia de mis seres queridos el deseo de vivir plenamente la vida y de aprovechar en realidad lo poquito que tenemos aquí. No perder tanto el tiempo sufriendo por la muerte, y no solo me refiero a la de una vida; sino a la muerte de un ciclo: un trabajo, una etapa, un proceso, un amor, una flor, la pérdida de algo lindo que a veces se acaba. Deberíamos pensar menos la vida y vivirla más. Eso quise transmitir”, profundizó.

Con el interés de contar esta idea a través de un cuerpo en movimiento, Niosbel llamó a su amigo Julio León, gran bailarín junto al cual durante años integró las filas de Danza Contemporánea de Cuba (2013-2018). La sala de la casa se transformó en el primer salón de montaje. Diversos acontecimientos marcaron la vida del creador por entonces. Entre los que impactaría su manera de apreciar el mundo estuvo la muerte de un ser querido y, poco después, el inicio del confinamiento debido a una pandemia que paralizó a gran parte del planeta.

“Ahora con 26 años veo la vida de manera más objetiva y clara, creo que venimos aquí a cumplir un objetivo, a pasar un rato, un tiempo con sus límites. Aunque todos no lo saben, creo que venimos con un tiempo definido; luego nos vamos, pasamos a otra dimensión y a otra. No me gusta usar la palabra reencarnación porque no creo profundamente en ella; pero de una forma u otra vamos evolucionando, como pasando de nivel”, comentó el bailarín graduado de Danza Moderna, Contemporánea y Folklore en la Escuela Nacional de Arte, con elevadas calificaciones.

Julio León en Continuum/ Foto: Cortesía de la autora

Niosbel asegura que le perdió el miedo a morir. La vida misma le enseñó a ver la muerte como un proceso totalmente natural, por más horrible que parezca o duro que pueda ser para algunas personas. Su visión íntima, reflejada en Continuum, tocó el corazón de la familia. Mariem Valdés, la novia, una excelente bailarina, vio las potencialidades de la obra y lo convenció de inscribirla en un concurso online en Canadá, el International Online Dance Competition. Confiaba en que la pieza sería capaz de conectar con otras personas; y tuvo razón.

La grabación tuvo lugar en la sede de El ciervo encantado, gracias a la ayuda de la directora teatral Nelda Castillo y a los jóvenes Javier Peláez (Tulio) y Miguel Álvarez, co-creadores de The Concept. Mandaron el video a Canadá y al cabo de unos meses recibieron la noticia del Primer Premio.

El lauro le regaló confianza al creador y se atrevió a enviarlo al MASDANZA, un certamen de referencia dentro del panorama mundial de la danza contemporánea que hace unas dos décadas ganaron Susana Pous y Pepe Hevia, pero desde entonces ningún cubano. Además, si quedaba entre los finalistas, la fecha de presentación en vivo coincidía con una estancia del bailarín y el coreógrafo en España, a propósito de una actuación de Mi Compañía en la fiesta de la Merced de Barcelona.

Los astros se alinearon para Niosbel; aunque él no profesa esas creencias tan antiguas, sin dejar de notar –advierte- ciertas extrañas señales que dulcifican el misterio de la existencia con todas sus etapas. De más de 300 coreografías, la suya quedó entre las nueve finalistas. Llegó el momento de estrenarla en una gala prevista para celebrarse en el Teatro Pérez Galdós, de Las Palmas.

“El 22 de octubre bailó Julio en Canarias, aquella noche fue de los dioses, mágica. Siento que cada vez que él baila yo bailo con él. El público lo aplaudió como a nadie. Tuvimos la suerte de que el jurado también conectara con la pieza y la vieran ganadora” contó.

De acuerdo con los organizadores de la cita, la sección oficial recibió creaciones de Cuba, México, Francia, Corea del Sur, Alemania, China, Italia y España. Como en otras ediciones, el jurado estuvo presidido por Anita Van Dolen, de los Países Bajos (donde dirige el veterano festival de danza contemporánea Julidans), e integrado por otras importantes personalidades del arte.

Los galardones internacionales sorprendieron a Niosbel tras haberse alzado con dos importantes lauros en Cuba el año anterior; pues la Asociación Hermanos Saiz le concedió el Premio "Ramiro Guerra" a Mejor Intérprete Masculino en la categoría Danza Contemporánea en 2020, mientras la Sección de Crítica e Investigación de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba confirió el Premio Villanueva de la Crítica a la ópera La Clemencia de Tito, distinguida como Mejor Obra Dramática.

Niosbel González junto a Julio León/Foto: Cortesía de la autora

En la última pieza mentada, Niosbel trabajó junto a Norge Cedeño y Thais Suárez, con quienes es co-fundador de Otro Lado, y siente que en esa compañía ha depositado parte de su esencia. Además, alberga el sueño de crear una coreografía para Thais, con quien ha tenido la dicha de compartir escenario varias veces. “Es una persona con la cual tengo una química única y bailar con ella le hace bien a mi espíritu. Montarle algo a Thais sería como un sueño”, confiesa luego de aclarar que solo hace coreografías para personas que admira muchísimo como artistas y seres humanos.

“Mi proyecto profesional más inmediato es poder estar cerca de mi hijo para poder bailar con él, como nada más él y yo sabemos, lo digo desde el corazón. Me encantaría que la gente se diera cuenta de que lo único necesario es amor para vivir la vida plena y tranquilos”, exclama este padre sensitivo, tierno, ansioso.

Luego de tan buena experiencia con Continuum, le encantaría presentarla en Cuba. Ahora le parece mentira que alguna vez valorara dejarla en un plano íntimo, lejos de los teatros y los públicos, de muchas personas que tal vez compartan y, hasta agradezcan, los mensajes espirituales de esa creación tan propia; pero ligada a todos, de alguna manera.