Por Diane Martínez Cobas
Elio Orestes Reyna Figueredo es director y actual coreógrafo en la Compañía Guantanamera Danza Libre. Graduado de la filial en Santiago de Cuba de la Universidad de las Artes ISA, miembro de la AHS, es uno de los coreógrafos que hacen de la escena folclórica un espacio diferente.
En estos días estuvo participando en el cursode gestión y producción de proyectos de teatro y danza JuntArte auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz en los salones del complejo cultural La Madriguera.
Fotos: Cortesía del entrevistado
-¿Cómo es el trabajo que realizas en Danza Libre como director y coreógrafo?
El trabajo que hago en la compañía no solo se basa en la dirección general y artística, técnicamente hablando. Abarca todo lo que tenga que ver con la formación general, tanto en la proyección escénica como en la vida diaria de cada uno de los integrantes de la compañía, que se ha convertido en una gran familia.
Me ha tocado estudiar aun más que cuando era solamente bailarín, pues en esa etapa me preparaba para avanzar técnicamente siguiendo las peculiaridades de la línea estética de la compañía. Ahora, la preparación es más detallada y profunda porque está en función de abarcar en ambas técnicas a los bailarines egresados, en la búsquedade una formación integral y la apropiación estética de la compañía.
El trabajo coreográfico en estos tiempos, y no me referiré solamente al momento específico y complejo en que estamos, sino esta etapa que me ha tocado vivir desde que comencé a trabajar la coreografía, lo considero como de muchos retos.
-¿Cómo incursionas en el mundo de la coreografía?
Mi formación fue folclórica, desde mis inicios en la danza es con el perfil que me siento más identificado y más cómodo. Me siento como en casa en el momento de coreografiar en la parte folclórica, la gran mayoría de mis obras y mis primeros procesos son folclóricos.
Ahora es que estoy incursionando en la danza contemporánea, ya que me permite tener más herramientas para enriquecer el folclor. Hacerlo desde mi punto de vista y una estética que me permite desarrollar la compañía, una danza más atractiva, que desde mi opinión, amante del folclor que disfruta de los grupos portadores, de los aficionados; siento que nuestro folclor ha dejado de ser atractivo.
Se ha convertido en un patrón lleno de repeticiones, ves una compañía que realiza una coreografía de Palo Monte y es prácticamente igual, a la que hacen los demás. Son pocas las variaciones, existencambios en las estructuras o algunos movimientos coreográficos, sin embargo,loque busco desde mis ejercicios de experimentación es descomponer los pasos básicos sin que pierdan sus códigos, sus estructuras folclóricas, sus antecedentes identitarios para lograr una hibridación entre la danza folclórica, la danza contemporánea u otros estilos que me permitan enriquecer la propuesta corográfica. Es importante explicar que no es una manera de deformar el folclor, sino verlo desde otra mirada.
Obra Diana Tata Tandiles/ Fotos: Cortesía del entrevistado
-¿Qué es ser joven coreógrafo de folclor en la contemporaneidad?
En mi caso, dentro de la compañía Danza Libre, que es válido recordar que trabaja la danza contemporánea y la danza folclórica como línea estética desde su fundación en 1990, y a pesar de que me encuentro incursionando en la creación coreográfica en la danza contemporánea, siempre, por mi formación, mis trabajos creativos estuvieron centrados hacia lo folclórico, estética que ha presupuesto retos para mí desde mis inicios.
El folclore tiene patrones establecidos, que cuando se muestran de una forma diferente a los ya planteados, ofrecen resistencia en su aceptación, principalmente por los especialistas y conocedores del tema. Pero como mismo el folclore sufre transformaciones continúa trasmitiéndoseen la sociedad de generación en generación, entoncesla forma de representarlo en la escena también debe evolucionar.
Teniendo en cuenta que el objetivo de mi trabajo es llegar alos públicos y que se identifiquen con nuestro folclor, tenemos la tarea de que las obras sean también disfrutadas por todoslos públicos, no solo por los religiosos o sus seguidores.Precisamente, es lo que busco en mis investigaciones, ante un proceso creativo; herramientas que hagan más atractiva la danza folclórica.
Obra Lorca, un úlitmo poema de Alfredo Velázquez/ Fotos: Cortesía del entrevistado
-¿Cómo se construye un proceso creativo en Danza Libre?
Mi trabajo coreográfico es narrativoaunque todavía me encuentro en un proceso de encontrar cuál es mi propia forma de coreografiar. Por ejemplo, la obra Diana Tata Tandiles (guerra de brujos mayores)es una recreación del Palo Monte donde se refleja el clásico de Shakespeare Romeo y Julieta con los ritos y costumbres de la tradición de Conga y Palera de la región Oriental del país.
Esta obra sale de un proceso que todavía se mantiene en construcción aunque ya tuvo su primer estreno. Aun le queda madurar y romper la estructura frontal de la creación folclórica que caracteriza nuestras danzas. Es complejo modificar la visualidad frontal de la coreografía porque generalmente cambia cuando hay un enfrentamiento entre bandos, por lo que es un reto hacerlo de otra forma.
No puedo dejar de señalar un consejo que ha sido la base para mis procesos coreográficos, dado por el Dr. Noel Bonilla, donde me sugería romper con algunas estructuras en mis coreografías, buscar formas diferentes de plantear los diseños, evitar el exceso de cuentas así como esa estructura frontal;este consejo me motivó a crear durante los procesos, laboratorios de experimentación donde la improvisación es un aspecto fundamental para ir conformando la obra y buscamos no solo pasos y cuentas, sino que estos pasos se vayan descomponiendo, buscando formas y códigos que conduzcan la obra por una línea dramática, lo que me permite imbricar otros estilos danzarios (danza moderna o contemporánea) sin perder la esencia de la obra, solo como hilo conductor en una estructura dramática.
Los procesos corográficos funcionan por ejercicios en los que cada bailarín tiene la tarea de crear su propia frasede movimientos. A partir de esta especie de taller les propongo incorporar a sus frases (folclóricas en este caso) algunas tendencias de la danza contemporánea o que exploren nuevas maneras de moverse según esa misma frase que crean en un primer momento. Es en otras palabras, explorar con el cuerpo y seguir pautas específicas para hacer de cada trabajo un proceso colectivo.
Fotos: Cortesía del entrevistado
-Sobre el Encuentro de Jóvenes Coreógrafos que se organiza junto a la AHS de Guantánamo.
El Encuentro de Jóvenes Coreógrafos pertenece a la Asociación Hermanos Saíz, es un espacio que creamos junto a Eldys Baratute cuando me encontraba de jefe de sección de Artes Escénicas en la asociación. Fue un proyecto en que la compañía siempre estuvo vinculada porque también en ese momento, era bailarín de Danza Libre.
Funciona como un espacio donde todos los coreógrafos jóvenes, por el límite que tiene la AHS, participan hasta los 35 años. Entonces hemos compartido experiencias a través de estos encuentros coreógrafos de distintos lugares con un pensamiento común: cambiar y revolucionar la danza en el país.
No es solo el lugar para presentar la obra que tiene el creador sino que es un espacio para intercambiar, dialogar, mostrar procesos en construcción, para dotarnos de herramientas para enriquecer desde diferentes perspectivas los trabajos.
Aunque me falta mucho por investigar y aprender, creo que poco a poco voy avanzando en este sentido y mi intención siempre será brindarle toda mi dedicación a la danza guantanamera, sus estudios y cultivadores.