Toda la Danza

BANDO ROJO, BANDO AZUL: DOS ESTILOS Y UN MISMO SENTIMIENTO

Graciela Chao Carbonero, Prof. Titular M.

Cada año, un sábado del mes de noviembre, el pueblo de Majagua en Ciego de Ávila amanece galardonado de rojo y azul.

Banderolas, letreros y toda clase de adornos cuelgan de los balcones, postes y árboles. Todos los habitantes del pueblo portan en su vestuario algún elemento de color que los identifique con su bando y los niños también, por supuesto, aún los lactantes. Ni los animales domésticos escapan de esta fiesta rojiazul en la que perros, gatos, gallinas, caballos y hasta puerquitos son adornados con coloridos lazos.

Desde horas tempranas en la mañana comienzan a desarrollarse una serie de competencias entre los bandos: carreras de caballo, suertes de enlazar un anillo, rodeos, juegos de pelota y carreras de sacos para los niños u otros juegos infantiles.

Alrededor de las diez de la mañana se realiza el desfile de las comparsas de los niños, que en este caso no tiene carácter competitivo y que están integradas por niños entre tres y doce años, desfile que nos ofrece un avance de lo que será luego en la noche el desfile de los Bandos Rojo y Azul, colofón de los festejos en el que verdaderamente se definirá el bando ganador, no importa el resultado de las competiciones anteriores.

La Fiesta de los Bandos data en Majagua desde la década de los años veinte del pasado siglo aunque su celebración no ha sido continua, hubo períodos en que por distintas causas no se celebraron. En la década del sesenta fue nuevamente revitalizada, adquiriendo en los años anteriores al período especial un lucimiento y brillantez nunca alcanzado anteriormente.

24176717_829164387208323_3181030764430916370_n.jpg

Antes de introducirnos en los aspectos puramente danzarios queremos destacar el sentido patriótico que se asume en todo. La caballería mambisa que preside el desfile y sus personajes principales: Cuba y Liborio que van de pie sobre una carreta tirada por bueyes seguidos por el conjunto musical, los personajes principales y la comparsa. Al llegar a la gran plataforma y subir por una rampa todos los integrantes, se entona el Himno Nacional y Cuba declama su décima patriótica al final de la cual todos dan vítores de “Viva Cuba libre”.

Deseamos ahora subrayar la importancia que reviste en esta fiesta la ejecución de los bailes, que va a sumar más del cuarenta por ciento del total de los puntos a evaluar por el jurado entre los que se encuentran: Paseo y organización, baile de Doña Joaquina o de Don Pepe, el vestuario, la música, la escenografía, los versos o décimas de Cuba, la tipicidad, la actuación del Viejo o la Vieja (jóvenes maquillados y caracterizados como ancianos) y otros. Precisamente es en la ejecución de los numerosos bailes donde radica, según nuestro punto de vista, el valor de esta importante y casi única fiesta campesina vigente con la participación de todos los habitantes de un pequeño pueblo.

bandos danzas.jpg

Estos bailes guajiros de la Fiesta de los Bandos han sido designados por algunos especialistas como rumbitas campesinas o sones miméticos, y clasificados como integrantes del capítulo Bailes del Complejo del Son, según el libro de Danzas Populares Tradicionales Cubanas de Caridad Santos Gracia y Nieves Armas Rigal.

La caballería mambisa inicia el desfile, los siguen Cuba y Liborio, Cuba es representada por una hermosa criolla vestida con la bandera y en su cabeza un gorro frigio como símbolo de la república. Liborio, un campesino que representa al pueblo cubano.

Los siguen el conjunto musical encargado de ejecutar todas las melodías características. Detrás de ellos el Viejo y la Vieja (Don Pepe con su vieja en el Bando Azul y Doña Joaquina con su viejo en el Bando Rojo) y, finalmente, la comparsa integrada en ocasiones por hasta cien parejas colocadas en filas y divididas en dos grupos, que avanzan marcando el paso básico y cantando el son que identifica su bando: el son del Anda Pepe en los azules y el son de Doña Joaquina en los rojos.

Aunque el aspecto danzario centraliza hegemónicamente la valoración del desfile, el mismo constituye un verdadero espectáculo en el que la música, la escenografía, el vestuario y la actuación se conjugan armoniosamente.

Antes del desfile cada bando confecciona un guión dramático con el desarrollo de una temática que puede ser, por ejemplo, el regreso de un jefe mambí de la Guerra de independencia, la celebración de un cumpleaños, de una boda u otro. Temática ubicada en los finales de siglo XIX , época de la Guerra de Independencia.

Los bandos se colocan con todos sus integrantes al inicio de la calle principal que atraviesa todo el pueblo y se tira una moneda al aire para seleccionar a la suerte cuál es el bando que iniciará el desfile.

A lo largo de toda la calle están los “puntos” o locaciones donde se desarrollarán los diálogos, en este caso improvisados, entre los personajes principales y los secundarios de cada punto. Al menos se construyen tres o cuatro de estas locaciones con escenografías totalmente realistas: un pequeño bohío, un pequeño lechón asándose en púa, un campesino ordeñando una vaca y otros.

Conjuntamente con los personajes principales van apareciendo otros según lo planteado en los guiones, así hasta llegar al final de la calle, donde se ha construido una gran plataforma de hasta veinte por veinte metros y en la que ya vienen desarrollándose igualmente toda una serie de escenas en pequeñas escenografías, un pequeño bohío, otro lechón asándose en pincho, una mesa con cuatro jugadores de dominó.

Al llegar al final de la calle el grueso de bando sube por una rampa construida al efecto, subiendo a la plataforma mientras cantan y bailan el son que los identifica mientras todos dan vítores, “Viva el Bando Azul” o “Viva el Bando Rojo”, según sea el caso.

pareja-azul-baila-en-fiesta-de-bandos-en-Majagua-941x800.jpg

Cuando finalmente llegan todos a la plataforma, es la única ocasión en que podemos ver diseños coreográficos colectivos y sencillos basados casi siempre en filas que se entrecruzan o evoluciones en forma de caracol quedando finalmente en un gran semicírculo. La música para, se entona por todos el Himno Nacional y Cuba hace su décima al final de la que todos dan vivas a Cuba Libre y a su bando, como señalamos anteriormente. A continuación prosigue el desarrollo del guión con diálogos de los Viejos que dan pie a los bailes que se ejecutarán.

Terminada su actuación, el primer bando se retira ordenadamente bajando por la rampa con el son que lo caracteriza y dando vivas a su bando.

Años atrás se hacía una prolongada pausa para el cambio de escenografías. Actualmente y para ahorrar tiempo y recursos, los bandos han convenido la utilización de las mismas escenografías continuando entonces el desfile del otro bando que quedó en segundo lugar.

Concluidas las presentaciones de los bandos, el jurado se retira a deliberar y entregar en sobre sellado la determinación del bando ganador que se hará pública al siguiente día. Según nuestra propia experiencia, ya que hemos sido parte integrante del jurado, se orienta que no puede haber empate. Es decir, hay que determinar el bando ganador aunque sea por un punto de diferencia, lo que no resulta nada fácil por la calidad, el esmero y sobre todo el deseo de ambos bandos de mostrar y representar fielmente sus más queridas tradiciones.

Los parámetros que se evaluarán son anteriormente acordados por los presidentes de los bandos. En horas de la tarde del sábado hacen entrega de los mismos a los miembros del jurado conjuntamente con los guiones.

En nuestra participación como jurado años atrás los parámetros a evaluar fueron: Paseo y organización, Baile de Doña Joaquina o Anda Pepe, los bailes obligatorios en la competencia (Zapateo, Papalote, Gavilán-Cazador, Zumbantonio, Caringa). Dos números extras, el rescate del año, vestuario, escenografía, tipicidad, música, el Viejo, la Vieja, maquillaje, Cuba y sus versos, escenificación (guión), proyección y desarrollo de tema.

Según señalamos anteriormente, los puntos asignados a las interpretaciones de los bailes representan más del cuarenta por ciento de la calificación, de ahí la importancia que los majagüenses atribuyen a ello, lo que constituye sin dudas el aspecto principal en la competencia entre los bandos.

Los acápites de números extras y rescate del año merecen explicaciones ya que sobre todo el de rescate ha sido objeto de múltiples polémicas. Como números extras los bandos pueden presentar bailes que hayan sido rescates en años anteriores, pueden ser de su bando o del contrario, en tanto el rescate ha tenido una importancia enorme en el desarrollo de estas fiestas.

Basados en investigaciones bien fundamentadas cada bando debe presentar un nuevo baile. Según se plantea en el libro Catálogo de bailes guajiros, de Ana Prado Gutiérrez y Joel Bello Landín, estos rescates se inician en 1980 cuando el Bando Rojo presenta un nuevo son, La Culebra. Pensamos es de interés relacionar aquí el listado de estos rescates.

Bandos-2-1024x504.jpg

Estos son los rescates registrados hasta el 2005, ahora hay muchos más y han sido muy cuestionado su carácter folklórico por los investigadores, pero actualmente los propios integrantes de los bandos reconocen en ellos nuevas creaciones. Nuevas creaciones basadas siempre en tradiciones guajiras, donde vamos a observar los pasos básicos y otros fundamentales que se repiten en los diferentes bailes típicos de Majagua, pero sobre todo por el estilo que caracteriza su ejecución proyectando en sus gestos y movimientos los textos de los diferentes sones.

Estos rescates o nuevas creaciones han enriquecido grandemente el desarrollo de la fiesta y hoy por hoy constituyen su motivo principal, ya que cada bando guarda con celo el “rescate” que ha de presentar como novedad cada año.

Con el paso del tiempo hemos visto como algunos de estos rescates se mantienen y se siguen ejecutando como números extras, o por el contrario, sencillamente se han perdido después de su primera ejecución, es decir, se va produciendo un asentamiento y selección espontánea y natural de los mismos en el gusto de los majagüenses, llegando a formar parte de su tradición como es el caso de La Chindonga, La Jutía y el Majá y otros.

En la ejecución de los bailes, por uno u otro bando, hemos observado diferencias que podemos clasificar como generales y otras específicas de cada uno de estos bailes que marcarán los estilos que los distinguen.

Entre las diferencias generales observamos:

- La postura del cuerpo al bailar, más inclinada al frente en los Rojos, sobre todo en los hombres y más en el centro en los Azules.

- La ejecución del paso que hemos llamado básico, por ser el que más se repite en muchos bailes. Este paso básico se ejecuta en cuatro tiempos con valor de corchea. Se avanzan tres pasos alternando los pies y en el cuarto tiempo el pie que corresponde hace como una pausa, se va adelantando para asentarse en el primer tiempo de la serie siguiente realizando el primer tiempo con este pie, alternando de esta forma, derecho-izquierdo-derecho-izquierdo (pausa en el aire); izquierdo-derecho-izquierdo-derecho (pausa en el aire) y así sucesivamente. Este esquema se corresponde con el del paso básico de la contradanza, por supuesto realizado con el estilo y características de los bailes guajiros de Majagua.

Una vez realizada esta explicación, veremos entonces la diferencia fundamental en la realización del mismo por cada bando. Vemos que en el Bando Rojo se levantan ligeramente los pies antes de plantarlos, e incluso los hombre flexionan por la rodilla la pierna al aire hacia atrás en el cuarto tiempo, en tanto que en el Bando Azul lo realizan deslizando suavemente los pies.

Al preguntarle a varios miembros del Bando Rojo del porqué de esta ejecución nos respondieron: “los guajiros bailan en piso de tierra y levantan los pies para no formar polverío”.

- Otra diferencia es la dinámica con la que ejecutan los pasos y movimientos. Observamos en los Rojos en general una dinámica fuerte, sobre todo en los hombres, dinámica que asocian al carácter montuno de su interpretación. Esta dinámica se recibe de forma impactante cuando uno se sitúa en el centro de las dos largas filas de parejas que conforman la comparsa del Bando Rojo. En los azules prima una dinámica más suave y fluida, más cadenciosa, para ellos símbolo de cubanía y criollismo.

- Otra diferencia la encontramos en el baile de las mujeres y la utilización de las faldas. Según nos explicaron integrantes del Rojo, la falda de las mujeres no pueden ser muy anchas y así la confeccionan a propósito para limitar los movimientos y también para que no puedan alzarlas y enseñar las enaguas. Podemos decir que las mujeres del Bando Rojas no hacen faldeos, manejan la falda separándola un poco del cuerpo hacia las diagonales y ésta se mueve orgánicamente como respuesta al balanceo de tronco que se extiende a brazos y manos. Las mujeres del Bando Azul, por el contrario, elaboran un vestuario de amplia falda, casi siempre partida en tres vuelos, lo que les permite la realización de faldeos y una posición más alta en los brazos lateralmente, casi a la altura de la cintura.

Pasamos ahora a detallar las diferencias en la ejecución de algunos de los bailes.

- Doña Joaquina y Anda Pepe.

La primera diferencia es la posición que ocupa la mujer al lado de su compañero. En el Bando Rojo se colocan a la izquierda, en el Bando Azul se colocan a la derecha, en ambos casos las manos interiores enlazadas. En esta posición avanzan las comparsas con el paso básico antes descrito y con el estilo de cada bando, oscilando los brazos enlazados abajo-arriba a la altura de los hombros, con más fuerza en el Rojo y más suave en el Azul.

Igualmente hemos observado diferencias en el acento del paso o tiempo fuerte con relación al canto. Un ejemplo lo vemos en el baile Zumbantonio. Los Azules acentúan en el primer tiempo en la sílaba ZUM, los Rojos en el tercer tiempo en a sílaba TO. En este caso no se produce contratiempo puesto que se acentúan los tiempos fuertes del compás, el primero y el tercero. En realidad no hemos observado la utilización o marque de los pasos a contratiempo en ningún baile.

Esta diferencia en la acentuación se observa en otros bailes lo que evidencia el deseo de bailar diferente.

- El Zapateo

Antes de entrar a relacionar las diferencias entre los bandos queremos comentar sobre el zapateo que se baila en Majagua actualmente, que no tiene nada que ver con lo que conocemos como zapateo tradicional.

Argeliers León en su obra Del canto y el tiempo menciona en el siglo XVIII un “zapateo muy brincado”. Para nosotros, hasta llegar a Majagua, era cosa del pasado este zapateo brincado, y para asombro nuestro nos encontramos en la Fiesta de los Bandos un zapateo brincado de difícil ejecución que reclama de habilidad de los bailadores, especialmente de los hombres. Más que un zapateo se convierte en un taconeo, ya que el ritmo del 6/8 se marca con los talones, el peso del cuerpo descansa en el metatarso del pie que está marcando y el otro pie está en el aire o ligeramente punteado al frente. Lo cambios de un pie a otro se ajustan generalmente a los tresillos del 6/8, pero también lo realizan más rápido sin ajustarse al ritmo como forma de demostrar destreza. También realizan los cambios en dos tiempos en lugar de tres, de forma irregular. Aunque aparentemente los bailadores no están atentos a la música no es así, ya que cuando los músicos terminan la frase, realizan un “cierre” en los movimientos. Un segundo paso es deslizando alternativamente y de forma rápida los metatarsos por el piso, mientras los talones están al aire y las rodillas ligeramente flexionadas marcan en el lugar o moviéndose en torno. A este paso le han llamado “puntilleo” o punteado y viene a ser un descanso entre zapateo y zapateo.

La diferencia en la ejecución entre los bandos consiste en que los Rojos utilizan más el paso del zapateo, los Azules el puntilleo. En las mujeres sí hay algunas diferencias. Las Rojas al hacer el puntilleo suben y bajan de nivel, las Azules en este paso inclinan el torso a un lado y otro mientras hacen faldeos. En ambos bandos en ocasiones las mujeres marcan el que los profesores hemos llamado zapateo tradicional.

Como resumen, podemos plantear que en los bailes guajiros que se ejecutan en la Fiesta de los Bandos del pueblo de Majagua existe una gran variedad de motivaciones y formas que han enriquecido las manifestaciones creadas por nuestro pueblo, y a una verdadera síntesis donde se evidencia claramente su origen hispano-africano.

¡Viva el Bando Rojo! ¡Viva el Bando Azul!

¡Viva la Fiesta de los Bandos de Majagua!

Comentario:

Required for comment verification

Regresar al número