El número 5 de nuestra publicación presenta un panorama de las múltiples formas de sobrevivencia de la danza en tiempos de pandemia: Concursos fotográficos, certámenes online, encuentros para indagar en formas diferentes de gestión cultural, clases virtuales y presenciales, uso inteligente de las redes sociales para crear obras.

La danza, como expresión de vida, resistió los embates de la muerte y la incertidumbre en este duro período que atravesó la humanidad. Ya se descorren los telones de los teatros. El público retorna a las salas. Se restablece el convivio entre el bailarín y el espectador, otra vez se encuentran los seres humanos de modo presencial y afectivo.

Ahora registramos en estas páginas variaciones de danza contemporánea, ballet, bailes populares, danzas tradicionales. Las voces de los maestros iluminan los caminos de hoy: Fernando Alonso, Ramona de Saá, Eduardo Rivero. Una bailarina, Viengsay Valdés, directora del Ballet Nacional de Cuba, reflexiona sobre una obra que interpretó: la versión de Gustavo Herrera sobre la clásica Electra Garrigó, de Virgilio Piñera. Decálogo del Apocalipsis, la pieza que no pudo estrenar Ramiro Guerra, refuerza su condición de leyenda.

Todaladanza recuerda, a un año de su partida física, a su director fundador, el profesor Pedro Ángel González. La Danzología cubana heredó su espíritu generoso e inclusivo, su lucidez y su sentido del humor. Con esa energía seguimos laborando a favor de la danza toda.