Por Bárbara Balbuena Gutiérrez

El pasado 28 de agosto, día de San Agustín de Hipona, se conmemoró el 85 cumpleaños de una de las más importantes personalidades de las artes escénicas del país, defensor de la cultura tradicional cubana desde su multifacética labor creativa, así como los modos de conservación y transmisión de ese legado a las futuras generaciones. Rogelio Agustín Martínez Furé, en ese largo y fructífico camino de su constante hacer, se le reconoce como el cofundador, historiador, libretista, director artístico, y asesor del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba (CFNC); además como un acuciante investigador, folklorista, escritor, poeta, orador y comunicador. Sin embargo, es importante resaltar hoy que Furé también dedicó una buena parte de su vida al magisterio, a la formación de investigadores, profesores y artistas de Cuba y el mundo.

Foto: tomada de Granma

La caudalosa trayectoria investigativa de Martínez Furé como etnólogo, comenzó al ingresar en el “Seminario de Estudios Folclóricos”, convocatoria lanzada por el Departamento de Folklore del Teatro Nacional de Cuba en 1960, que estuvo dirigida por el musicólogo Argeliers León. Posteriormente, pasó a formar parte de esta institución cultural como asistente del director, investigador, y luego el primer profesor de Historia del Folklore Cubano, una de las más importantes asignaturas impartidas en el primer Curso Emergente para la formación de Instructores de Arte, en el Hotel Habana Libre. De esta forma emprende, igualmente, su relación con el movimiento nacional de Artistas Aficionados.

Convocado también por el Teatro Nacional de Cuba, Rogelio Martínez Furé fue profesor de Cultura Cubana Tradicional en el Curso de Dramaturgia, impartido por los profesores argentinos Samuel Felman y Osvaldo Dragún y, más tarde, impartió clases en el curso de formación de Asesores Literarios que tuvo como sede el Hotel Habana Libre.

Ya en el contexto del teatro profesional y como su primer contacto en el mundo de las artes escénicas, Rogelio fue profesor de Historia del Folklore Cubano en Teatro Estudio, colaborando con Raquel y Vicente Revuelta. Aquí impartió clases de danza folclórica a los actores como parte del entrenamiento artístico. Según su propio testimonio, “llevaba un tamborero y demostradores y enseñaba métodos teóricos y prácticos”.[1] Otro trabajo docente en este medio lo realizó ofreciendo clases de cantos y bailes a los artistas en el Teatro Nacional de Guiñol, en función de su asesoramiento para las obras de contenido afrocubano.

Colectivo fundacional del Instituto Superior de Arte

Como Profesor Titular y fundador de la naciente Facultad de Arte Danzario del Instituto Superior de Arte en 1987, Rogelio Martínez Furé formó parte del claustro de profesores y especialistas, que, junto a Graciela Chao Carbonero a la cabeza como jefa del Departamento de Danza Folklórica, conformaron el Pan de Estudio B (modelo que estaba vigente en ese momento en el Ministerio de Educación Superior). Uno de los aportes de Furé al Plan del proceso docente, fue su concepción descolonizadora en cuanto a los contenidos de la disciplina Historia del Arte, donde incluyó la impartición de Arte Latinoamericano, Arte Africano y Arte Asiático, además del europeo. El propio Rogelio realizó el programa de estudio de Arte Africano y lo comenzó a impartir en el primer grupo del perfil de Danza Folklórica. Memorables fueron sus conferencias sobre este universo tan poco abordado en aquellos momentos, donde ilustraba sus clases con esculturas u otros objetos de arte de su propia colección, adquiridos en los viajes que realizaba a diferentes países africanos, así como la descripción detallada de sus visitas a palacios o ciudades de las antiguas civilizaciones de este continente.

No fue solo la “cabeza pensante en la configuración del plan de estudio”[2], sino también en los programas pertenecientes a este perfil de Carrera: Danzas y bailes cubanos y su metodología, Composición coreográfica, Dramaturgia, e Historia del folklore danzario cubano. Específicamente esta última disciplina, fue ideada y conformada por Rogelio Martínez Furé; su concepción estuvo relacionada desde los saberes de la antropología cultural, específicamente en el principio de analizar la danza folklórica a partir del contexto histórico y sociocultural donde se produce y se mantiene vigente.

Dada a su vasta experiencia en los estudios teóricos de la cultura popular tradicional cubana, y en la proyección escénica de la danza folklórica a partir del trabajo artístico del CFNC, Furé pudo materializar la idea general de la maya curricular de este perfil de carrera. Desde una concepción interdisciplinaria perfiló los contenidos de Historia del folklore danzario cubano en íntima relación con Danzas y bailes cubanos y su metodología, constituyendo las dos columnas básicas de la especialidad, en pleno diálogo de la teoría con la práctica danzaria.

El Plan de Estudio B de la Carrera de Arte Danzario tuvo su primera proporción en el año 1991, año que coincidió con el merecido otorgamiento a Rogelio Martínez Furé del título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de las Artes. De los 18 egresados, 11 eran bailarines del CFNC, 2 profesores y 5 instructores de arte. Los trabajos de diplomas fueron fruto de profundas investigaciones sobre análisis de la danza, tanto desde el foco folclórico como de sus puestas en escena, y siete de estas tesis fueron asesoradas por el Maestro.

En el año 2013 con la aprobación y puesta en práctica el Plan de Estudio D, se incluye por primera vez la disciplina Historia del Folklore Danzario Cubano en los perfiles de Danza Contemporánea y Danzología, además de continuar desarrollándose en Danza Folklórica; hecho que denota la importancia de su contenido para la carrera de Arte Danzario. El objetivo general permaneció orientado en analizar el desarrollo histórico y sociocultural de las diferentes manifestaciones músico-danzarias de la cultura popular tradicional, en correspondencia con la formación étnica del pueblo cubano.

La instauración de Historia del Folklore Danzario Cubano por el Profesor Titular Dr. Rogelio Martínez Furé, constituye un aporte invaluable para la enseñanza de la danza a nivel universitario. Aunque la disciplina no aborda el nivel de proyección o teatralización folklórica, igualmente referida como artística o estética, es sumamente importante el dominio de sus contenidos por el profesional del arte danzario, en la medida que este conocimiento es básico para luego poder redimensionar la danza tradicional al plano escénico o teatral. Igualmente es necesario este saber, para ejercer una crítica especializada en cualesquiera de los perfiles que incluyen la carrera, donde el universo simbólico de estas expresiones músico-danzarias sirven de motivación para la creación y resaltan, con su riqueza de movimientos corporales, la identidad cultural de la nación.

Otro importante legado del Maestro que rebasa los procesos formativos de las artes escénicas, es su vasta producción de textos publicados a lo largo de más de medio siglo, que constituyen un aporte al estudio de las religiones, músicas, danzas, oralidades, y literatura afrocubana y africana. Entre sus obras se destacan: Poesía yoruba (1963), Poesía anónima africana (1968), Diálogos imaginarios (1979), Diwán africano. Poetas de expresión francesa (1988), Diwán. Poetas de lenguas africanas (1996), Diwán africano. Poetas de expresión portuguesa (2000), Brizas de la memoria (2004) Eshu. Oriki a mí mismo (2007), Cimarrón de palabras (2010), A la sombra de un imbondeiro. Antología de poetas angolanos (2012), Iwé Olumo Yonu o libro de las descargas (2015), Pequeño Tarikh. Apuntes para un diccionario de poetas africanos (2016) y El caballo de la palabra (2017).

A todos estos libros se suman diversos ensayos publicados en revistas, folletos y programas de mano, como es el caso del auspiciado por el entonces Consejo Nacional de Cultura para el espectáculo fundacional del Conjunto Folklórico Nacional en el año 1963; el cual también ha sido muy útil para reconstruir la historia de esta institución, sus coreografías devenidas en clásicos de la danza folklórica espectacular, así como de la primera generación de artistas de la emblemática compañía.

Es reconocido también por sus amigos y más allegados, la paciente consagración al estudio y la investigación de Rogelio Martínez Furé a toda costa, contra vientos y mareas. La también destacada poeta, ensayista y traductora Nancy Morejón, en ocasión de realizar la presentación del libro Pequeño Tarikh, expresaba:

Creado con sus manos, sus ojos y su corazón, Furé ha sido capaz de vencer innumerables dificultades de comunicación, de aislamiento y, como sus antepasados, ha logrado vencer el maleficio de los enemigos, y no precisamente de las mariposas. De ahí que este compendio pueda considerarse el resultado más trascendente de sus indagaciones en cualquiera de las disciplinas escogidas por el poeta cubano que se inspiró en Eshu para sobrevivir de tanto naufragio programado. (Rodríguez, 2016: pág. 2.)

Durante su larga trayectoria profesional, Martínez Furé recibió, en compensación a su arduo trabajo intelectual varias condecoraciones relevantes, tanto nacionales como internacionales. Entre ellas se destacan: la Medalla Alejo Carpentier (1995), la Orden Félix Varela (2000), el Premio Nacional de Investigación Juan Marinello (2001), Premio Nacional de la Danza (2002), Premio Internacional Fernando Ortiz (2004), Premio de Honor en Cubadisco (2008), Premio Rafael Alberti de Poesía (2011), Distinción por la Oralidad (2014) y el Premio Nacional de Literatura (2015).

Importante es destacar cómo también Rogelio, fue un continuador del legado intelectual de sus maestros y predecesores. Aprendimos con él cómo y dónde encontrar la información necesaria para cada tema estudiado, muestra de su vasto conocimiento en la obra de los más importantes escritores cubanos y latinoamericanos de todos los tiempos. Como expresara Nancy Morejón en sus palabras de elogio a Martínez Furé, en ocasión de la entrega del Premio de Honor en Cubadisco 2008 en su XII edición:

Heredero del legado que conforman Carolina Poncet, Fernando Ortiz, Emilio Roig de Leuchsenring, José María Chacón y Calvo, Rómulo Lachatañeré, Lydia Cabrera, José Luciano Franco, Juan Pérez de la Riva, Pedro Deschamps Chapeaux, Argeliers León, Odilio Urfé, y Mannuel Feijó, el matancero indomable que es Martínez Furé reafirmó la riqueza de esa herencia. (2008: pág. 2.)

Rogelio Martínez Furé, a lo largo de su quehacer artístico profesional, brindó sus servicios docentes a solicitud de incontables instituciones culturales a nivel internacional, como Colombia, México, Perú, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Angola, Nigeria, Ghana, España, Francia, Inglaterra, y muchos otros, dejando su impronta como investigador, creador, artista y docente.

A pesar de su lamentable fallecimiento el pasado 10 de octubre, durante el transcurso de todo el año y lo que resta de él, las Artes Escénicas de Cuba, el Movimiento Nacional de Instructores de Arte y el Sistema Nacional de Enseñanza Artística, continuará celebrando el 85 cumpleaños de nuestro eterno maestro, con la certeza de que somos deudores de su saber y continuadores de su legado. ¡Moforibale al Maestro Furé!

Bibliografía:

-Estrada, José Luis: “Rogelio Martínez Furé. Soy un hombre deudor del mundo entero”. En: Prometeo. Archivos de las Artes Escénicas de Cuba, no.16, La Habana, agosto-septiembre de 2022, pp. 3-5.

-Machado Vento, Dainerys: “Rogelio Martínez Furé. Soy Agustín, soy mi infancia”. En: La Gaceta de Cuba, 2016, pp. 45-47.

-Morejón, Nancy: “Elogio de Rogelio Martínez Furé”. En: Periódico Cubadisco 2008. La Habana, 2008, pp. 1-2.

-Rodríguez Sosa, Fernando: “Sabiduría y belleza en Martínez Furé”. En: Habana Radio. La voz del patrimonio cubano. 15 de febrero de 2016.

[1] Dainerys Machado Vento: “Rogelio Martínez Furé. Soy Agustín, soy mi infancia”. En: La Gaceta de Cuba, 2016, p. 45.

[2] Graciela Chao Carbonero: Entrevista realizada en La Habana, el 17 de septiembre de 2022.