Por Marilyn Garbey Oquendo
El 7 de mayo de 2022 el Conjunto Folclórico Nacional arriba a sus 60 años de vida. Su creación fue un gesto de reconocimiento y validación de la cultura popular tradicional de nuestro país. También contribuyó a reivindicar la herencia africana en el entramado sociocultural de Cuba. La doctora Isabel Monal resalta la importancia del acto fundacional:
…su impronta en la vida cultural y social contribuyó al proceso de superación de las diversas formas de racismo que habíamos heredado del pasado al sacar de las catacumbas y lanzar al viento y a la luz aquella sustancia de la espiritualidad cubana que algunos no querían reconocer. Pero hicieron más todavía, ayudaron a demostrar que esa parte de nuestra espiritualidad y de nuestro arte nos abarcaba a todos y no sólo a un grupo como algunos pretendían; utilizaron, así, la evidencia escénica y artística para demostrar que aquella tradición era de todos, y así aprendimos a reconocernos en ella y a comprender que era ingrediente sustancial del alma común de la Nación toda. (1)
Fruto del trabajo de investigadores y de portadores de la cultura popular tradicional, resultado del impacto del triunfo de la Revolución en la vida sociocultural del país, nació el Conjunto Folclórico Nacional. Se seleccionaron 56 integrantes entre los 400 aspirantes que se presentaron a la convocatoria. Los músicos y bailarines eran hombres y mujeres del pueblo que se desempeñaban en los más disímiles oficios: estibadores, peluqueras, zapateros, albañiles, vendedores de periódicos, recolectores de botellas, planchadoras, etc, que habían aprendido los bailes y canciones en sus entornos familiares, en la fiestas de los solares habaneros, en los barrios donde vivían, transmitidos de generación en generación, oralmente.
Foto: Tríptico Oriental. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Entre los informantes se encontraban Nieves Fresneda, Trinidad Torregrosa, Jesús Pérez, Manuela Alonso, Emilio O´Farrill. A ellos el investigador Rogelio Martínez Furé, uno de los fundadores del Conjunto Folclórico Nacional, los bautizó como bibliotecas vivientes por sus saberes ancestrales. Algunos, como Nieves, Torregrosa y Jesús, colaboraron con el sabio Fernando Ortiz en sus indagaciones sobre el ser cubano.
Nieve Fresneda recordó: A mí me conocía Argeliers León desde tiempos atrás, cuando yo estaba en la comparsa Las bolleras, y también por haberlo ayudado, como a don Fernando Ortiz, a demostrar, en la sala Covarrubias, cómo eran los bailes y las costumbres de los lucumíes, ¡porque yo los había visto cuando era chiquita! Vine al conjunto en 1962, cuando lo fundaron Furè y el mexicano Rodolfo Reyes, que para decir verdad, rescató el folclor y todo ese arte que se estaba perdiendo. ¡Mira si es cosa grande esta Revolución! ( 2 )
Foto: Trinidad Torregosa, Pablo Roche, Raul Diaz, Francisco Aguabella, Giraldo. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Trinidad Torregrosa fue quien presentó a Fernando Ortiz a Merceditas Valdés. Tamborero y constructor de batá, participó en las primeras grabaciones discográficas de toques y cantos litúrgicos yoruba, en 1947.
De la necesidad de fundar una agrupación de esa naturaleza, Rogelio Martínez Furé expresó:
Se trataba de un empeño mayor, porque se propuso que el pueblo de Cuba se diera cuenta de la riqueza de su patrimonio, legado por nuestros ancestros, sin chovinismos ni xenofobias, sin autoexotismo. Era esencial que dejáramos de vernos como simples consumidores de culturas que nos llegaban de afuera, y tomáramos en consideración que nuestros valores culturales tenían una connotación tan universal como cualquier otro de cualquier otro pueblo. ( 3 )
Pero antes de seguir la trayectoria del Conjunto Folclórico Nacional, es preciso hurgar en los antecedentes que propiciaron su fundación. Tras la apertura del Teatro Nacional en 1959, bajo la dirección de la Dra Isabel Monal, se crearon los Departamentos de Teatro, Música, Folclore, Danza, Extensión. Ramiro Guerra fundó el Conjunto Nacional de Danza Moderna, que fue invitado al Festival de Teatro de las Naciones en París en 1961. El programa incluía Suite yoruba, coreografía de Ramiro, en cuyo elenco se encontraban algunas de las figuras que luego fundarían el Conjunto Folclórico Nacional. La música fue interpretada por tambores batá bajo la dirección de Trinidad Torregrosa y Jesús Pérez era uno de los tamboreros. En el coro folclórico cantaban Nieves Fresneda, Luisa Barroso, Ramiro Hernández.
Cuenta la Dra Isabel Monal que fue en París, al constatar el éxito de las presentaciones del Conjunto Nacional de Danza Moderna, donde la teatrista Gilda Hernández propuso la creación de una agrupación folclórica en Cuba. De esa manera, también se iniciaba el movimiento de danza folclórica profesional en nuestro país. A partir de ese instante, junto al Ballet Nacional de Cuba y la que es hoy Danza Contemporánea de Cuba, el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba completaba el abanico diverso y múltiple de la danza cubana.
Foto: CFN en París. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Argeliers León, al frente del Departamento de Folclor del Teatro Nacional, publicó las Actas del Folklore, boletín del Centro de Estudios del Folklore; y creó el Seminario de Folklore. También organizó presentaciones de los portadores de la cultura popular tradicional, como la Fiesta de los Congos reales, los espectáculos Abakua y Yìmbula; el Festival del Folklore que se realizó en el Anfiteatro de Mariano y el Festival de Teatro Obrero y campesino en el Teatro Payret.
Rogelio Martínez Furé era, por entonces, uno de los jóvenes que participaba en los seminarios del Teatro Nacional:
Los seminarios de folclor y de dramaturgia fueron esenciales para mí, porque vinieron a confirmarme lo que ya sabía eran mis intereses fundamentales. Aprendí mucho con maestros como Moreno Fraginals, Argeliers León, María Teresa Linares, Agustín Pi... Como mismo resultó fundamental mi contacto, en los seminarios de dramaturgia, con los argentinos Samuel Felman y Osvaldo Dragún. Allí tuve la suerte de conocer a Eugenio Hernández Espinosa, Maité Vera, José Ramón Brene, Tomás González, Pepe Triana, Gerardo Fulleda..., y ahí mismo uní mi pasión por la investigación con la de creador, con las artes escénicas. ( 4 )
Las notas de Rogelio Martínez Furè en uno de los primeros programas presentado por el Conjunto Folclórico Nacional son una suerte de manifiesto:
¿Qué es nuestro Conjunto Nacional? Sencillamente la entidad dedicada a revalorizar y divulgar todo el acervo de manifestaciones folklóricas cubanas que, por la incuria o el prejuicio racial de los regímenes burgueses, apenas eran conocidas. El Conjunto se encarga, en el campo de la música, la canción y la danza, de seleccionar formas de verdadero valor artístico para organizarlas de acuerdo con las modernas exigencias teatrales, sin traicionar su esencia folklórica. No se limita a la simple presentación de espectáculos sino que realiza investigaciones en todos los rincones del país, revitalizando o desenterrando géneros antiguos, hurgando en el pasado y haciendo una síntesis para el presente. En su fluyente repertorio se reúnen todas hs manifestaciones artísticas de Cuba, desde la tradición africana de los bailes yorubas o lucumíes, ritos de santería, congos o paleros, a las muestras del Folklore criollo de la época española, contradanzas, y lo ya definitivamente cubano, como síntesis fecunda: el danzón, la rumba ... ( 5 )
El coreógrafo mexicano Rodolfo Reyes (24 de abril de 1936- 16 de octubre de 2021) es figura clave en la fundación del Conjunto Folclórico Nacional. Llegó a La Habana con la bailarina y coreógrafa Guillermina Bravo y el Ballet Nacional de México, y se quedó por diez años: Era una época en la que la isla tenía una gran fuerza como nación; y mientras aprendía a entenderlos y comprenderlos, me llegó la propuesta de fundar el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba (6). Como atestiguan los programas de mano del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, Rodolfo Reyes fue el coreógrafo de la mayoría de las obras que la agrupación subió a escena en los años fundacionales.
Confiesa que quería dedicarse a la escultura, por eso fue a la Escuela de Pintura, Grabado y Escultura La Esmeralda, donde encontró a Diego Rivera, Frida Khalo y David Alfaro Siqueiros; pero asistió a una clase de Xavier Francis en la Academia de la Danza Mexicana y supo que ese era su camino, al que le dedicò 55 años de su vida.
Foto: Silvina Fabars en Arará. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Chile y Nicaragua serían los destinos de Reyes después de salir de Cuba, y en esos países también abrió caminos para la danza. En Chile dirigió el Ballet Folklórico Nacional y, al decir de la investigadora Margarita Tortajada, consolidó su metodología de investigación etnográfica para la creación escénica. (7).
Su periplo también abarcó varios estados de México, como Veracruz, donde fundó la Compañía de Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana y el Ballet Folklórico, así como la Facultad de Danza en la misma universidad y el Taller de Reconstrucción Etnográficas o Etnocoreográficas. En el estado de Guerrero contribuyó a la formación de la compañía Barro Rojo; en Zacatecas y Puebla participó en la fundación de diversas agrupaciones de danza contemporánea, y en la Ciudad de México creó el grupo Metrópolis-Utopía.
Rodolfo Reyes recibió en 2019 la Medalla Bellas Artes, el máximo reconocimiento que otorga el Instituto Nacional de Bella Artes y Literatura de México.
Una trayectoria fructífera y compleja
Es tarea compleja acercarse a la Historia del Conjunto Folclórico Nacional porque no ha sido recogida como merece la obra que han creado. De los fundadores se encuentran pocos datos. Se filmaron algunas obras consideradas como clásicas en el repertorio, pero el material no fue debidamente conservado, y lo mismo ocurrió con los registros fotográficos. La prensa recogió algunos testimonios, pero en muchas ocasiones solo apunta que la agrupación se presentó en un evento, o que celebra un aniversario cerrado.
Ahora, al contrastar información con otros colegas, buscando en las fuentes, en diálogo con los protagonistas, aparecen contradicciones en fechas, nombres, sucesos. Eso indica que hay que seguir trabajando, hurgando en otros archivos. Escribir la Historia del Conjunto Folclórico Nacional es responsabilidad compartida por sus integrantes, investigadores, promotores.
Foto: Archivo del Centro de Documtentación de las Artes Escénicas María Lastayo
El anecdotario del Conjunto Folclórico Nacional es muy rico. Desde las batallas por erradicar prejuicios racistas, pasando por la incorporación a las tareas de un país en Revolución, los viajes por el mundo representando a Cuba, las contradicciones entre lo religioso y lo escénico, actos de violencia que pusieron en peligro la supervivencia de la agrupación, hasta las extensa colas en el Teatro Mella durante los estrenos.
Por eso decidí seguir la trayectoria de esta institución a través de los programas de mano que se conservan en el Centro de Documentación de las Artes Escénicas. Ahí pueden encontrarse datos de obras, coreógrafos, bailarines, músicos, diseñadores, directores, personal técnico, lugares de presentación.
El 25 de julio de 1963 tuvo lugar la primera función en el Teatro Mella.
-1963
-1era Parte-Bailes yorubas, donde se presentan los orichas Eleggua, Obatala, Yemaya, Shango, Babalu Aye. Al final tiene lugar el canto de cierre a Eleggua.
-2da Parte-Contradanza. Bailes congos. Cantos de Polineros. Bailes de Palo. Cantos de Puyas. Baile de Manì. Baile de Yuka. Makuta. Muana Muana Muana Kene.
-3era Parte-Conga antigua. Pregones Cubanos. Segunda Conga. Rumba. Comparsa de Negros Curros
Dirección: Marta Blanco. Asesor de Folklore: Rogelio Martínez Furè. Coreógrafo: Rodolfo Reyes. Argumento: Rogelio Martínez Furè. Escenografía: Salvador Fernández. Vestuario: María Elena Molinet. Luminotécnico: Ramiro Maseda. Administradora: Marina Eneriz.
-1964
El Conjunto Folclórico Nacional fue invitado por Claude Planson a la oncena temporada del Festival de las Naciones, que se celebraría en Paris en 1964. El 14 de abril de ese año presentaron el primer programa, y fue la agrupación que realizó el mayor número de funciones:
El éxito fue arrollador. En el transcurso de nuestra breve temporada se desplegó una intensa actividad cultural, ofreciendo conferencias ante los más destacados etnólogos y artistas franceses, representaciones para la televisión y transmisiones a través de las màs importantes estaciones de radiodifusión. Todo lo que contribuyó grandemente a la divulgación de los cantos y bailes folclóricos cubanos. (8 )
La revista Conjunto, de Casa de las Américas, registró el hecho:
El Conjunto Folklórico Nacional ha actuado ya en el Festival, con ocho representaciones arrolladoramente exitosas en la sala Sarah Bernard de París. Contaba la corresponsal Edith Sorel que, las actividades del Conjunto, no se han limitado a las comparecencias ante el público entusiasmado sino que, por ejemplo, el jueves 16 de abril se reunió especialmente la Universidad del Teatro de las Naciones en mesa redonda, compuesta por etnólogos de gran seriedad, para acosar a preguntas a Marta Blanco, directora del Conjunto, y a Rogelio Martínez Furé, del Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de Cuba. (9 )
Luego emprenderían una gira de 138 días por Francia, Bélgica, Argelia, España, en la cual realizarían 110 funciones. Solo en España hicieron 59.
-Programa presentado en el Teatro García Lorca en julio de 1965
Dirección General: María Teresa Linares
-Ciclos Abakua, Popular y Yoruba-Iyesa
-Ciclo Abakua (Canto de Wemba. Bùsqueda de la Voz. Salida de Iremes. Procesión Final)
Coreografía: Rodolfo Reyes
Libreto: Rogelio Martínez Furè
Escenografía: Salvador Fernández
Diseño de vestuario: María Elena Molinet
Luminotécnico: Héctor Lechuga
-Ciclo Popular ( Primer Cha-Cha-Cha. Danzòn. Son. Danza. Pregones. Contradanza. Cha-Cha-Chá)
Coreografía: Rodolfo Reyes
Libreto: Rogelio Martínez Furè
Escenografía: Tomás Oliva
Diseño de vestuario: María Elena Molinet
Luminotécnico: Héctor Lechuga
Director de Orquesta: Vicente Regueira
-Ciclo Yoruba Iyessa ( Nacimiento de Ochun. Oggun. La Barca. El Baño. El Monte)
Coreografía: Rodolfo Reyes
Libreto: Rogelio Martìnez Furè
Escenografía: Salvador Fernández
Diseño de vestuario: María Elena Molinet
Luminotécnico: Héctor Lechuga
Informantes de toque Iyessá: Lorenzo Urrutia, Francisco Reyes, Esteban Vega
Foto: Ciclo de Rumbas y Comparsas. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Segunda generación
En 1966, se sumaron 17 jóvenes al Conjunto Folclórico Nacional, y marcaron un punto de giro en la danza folclórica. Alfredo O´Farrill fue uno de ellos:
Yo fui de la segunda generación que ingresó al Conjunto, cuando estaba llamado a desaparecer en el 1966, según las lenguas de esa época. Hicieron una gran convocatoria a la que se presentaron quinientas cincuenta y seis personas, y aprobamos 13, entre ellos Johannes García, Silvina Fabars, Juan García. El 7 de febrero de 1966, cuando recibimos nuestro primer cobro como bailarín profesional del Folklórico, la consideramos la fecha de nuestro debut. ( 10 )
O´farrill, quien es hoy el Jefe del Departamento de Danza Folclórica de la Universidad de las Artes ISA, recuerda la reacción del público que asistía a las funciones:
Empecé en el Conjunto como cuerpo de baile, y mi escenario por excelencia fue el Teatro Mella, ese choque con el público fue extraordinario. Se anunciaba: “El Folklórico en el Mella”, con Ciclo yoruba, Ciclo congo, Ciclo yoruba-iyesà, y cuando llegabas al Teatro y veías esa cola que le daba la vuelta a la cuadra te emocionabas. Cuando se abrían las cortinas, ese lleno arriba y abajo, era increíble, a veces se me salían las lágrimas.( 11 )
La llegada de Santiago Alfonso al Conjunto provocó que el sistema de trabajo alcanzara más rigor técnico.
Foto: Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Manolo Micler lo evoca: …fue fundamental en nuestra formación…nos enseñó mucho de la profesionalidad en la escena, del respeto al público, al arte y a nosotros mismos. (12)
Y continúa: Con las técnicas de danza moderna la Compañía creció en sus interpretaciones. Dábamos también clases de ballet, Santiago nos traía maestros invitados como Clara Carranco, de ahí que el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba fue evolucionando hacia otra etapa donde se profundizó en los conceptos más técnicos; los montajes que se hicieron requerían de otro dominio en la expresión corporal para trascender más aquellas manifestaciones danzarias del folklore pero sin que perdiera su esencia. ( 13 )
Juan García es miembro de la segunda generación del Conjunto y es uno de los que ha registrado la historia de la agrupación de la que fue director:
Cuando Santiago asume la responsabilidad del Conjunto nos dice: “Un bailador baila muy bien con una ejecución bailable, pero la ejecuta diez veces en el año. El bailarín folclórico tiene que preparar su cuerpo para ejecutarla ochenta, cien, doscientas veces en el año, por eso todos los días tiene que entrenar su cuerpo, para que esté preparado, con condiciones para poder hacer temporadas de teatro”. Cuando aquello las temporadas de teatro eran de martes a domingo, es decir, seis días bailando con la misma intensidad, no era que se bailaba con más intensidad los fines de semana, era siempre.( 14 )
Colaboración con los teatristas
Dicen que era habitual el intercambio entre bailarines y teatristas. Para el Festival de Teatro Latinoamericano montaron La tragedia del Rey Cristóbal, una obra de Aimé Cesaire, dirigida por Nelson Dorr, quien realizó la versión dramatúrgica junto a Néstor Raimondi. El diseño de vestuario lo concibió Eduardo Arrocha y la asesoría musical corrió a cargo de Jorge Garcíaporrúa. Marta Jean Claude montó los bailes y canciones haitianas y Santiago Alfonso coreografió el Minué. Bailarines y actores eran parte del elenco: José Antonio Rodríguez, Luis Alberto García, Carlos Ruiz de la Tejera, Eduardo Vergara, Ernestina Linares, Omar Valdés, Carlos Pérez Peña.
Para la puesta en escena de María Antonia, obra de Eugenio Hernández Espinosa devenida en un clásico de la dramaturgia nacional, el director Roberto Blanco convocò a bailarines y músicos del Conjunto Folclórico Nacional. La temporada fue un verdadero acontecimiento, se desató la polémica y asistió tal cantidad de espectadores que se instauró una parada de ómnibus en la acera del Teatro Mella. La investigadora Inès María Martiatu explica el por qué:
Personajes hasta ese momento marginados de la escena la colmaron con su presencia, sus expresiones, la música de los tambores batà, los cantos y los rezos de las ceremonias de la Santería y las contradicciones que la llevaron irremisiblemente a la tragedia. (15)
Martiatu también aseveró que la década del 60 fue el momento más importante de reconocimiento del aporte del negro y de la cultura popular a la cultura cubana después de la vanguardia de los años 20 y 30 del pasado siglo.( 16 )
La Dra Graziella Pogolotti valoró la puesta en escena de María Antonia:
El talento excepcional de Roberto Blanco, su sentido de lo espectacular, su dominio de color, de la música, del movimiento coreográfico, contribuyeron a conformar el proyecto transfigurador implícito en la concepción original de la obra. Una fiesta sensorial pulverizaba la memoria subyacente de una realidad cotidiana. Rogelio Martínez Furè y Leo Brouwer lo acompañaron en la empresa. Junto al Conjunto Folklórico Nacional, intervino en el canto Lázaro Ros. ( 17 )
Foto: Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Odebí el cazador se estrenó en 1984. Con texto y dirección de Eugenio Hernández, coreografía de Manolo Micler y asesoría de Rogelio Martínez Furé, fueron protagonistas los primeros bailarines Johannes García, Alfredo O´farrill y Zenaida Armenteros. La bailarina fue elogiada por la crítica.
En 1977, al arribar a los 15 años de trabajo, se publican datos importantes del Conjunto Folclórico Nacional. En ese momento Marcos Portal es el director. Rogelio Martínez Furè es director artístico, asesor folclórico y libretista. Roberto Espinosa es el coreógrafo principal. También coreografían Juana Baró, Servando Gutiérrez, Manolo Micler y Janitzia Velázquez.
Hasta ese momento habían realizado 1204 funciones. En 12 giras internacionales habían visitado 20 países de Europa, África y América. Al repertorio se incorporaron el Alafìn de Oyó, libreto de Lázaro Ros y coreografía de Roberto Espinosa Amor; Estampas cubanas y Palenque, ambas de Roberto Espinosa Amor y Rumbas y comparsas, de Rodolfo Reyes.
Foto: Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
En 1978 presentan en el Teatro Mella el espectáculo que el Conjunto Folclórico Nacional ofrecería en el marco del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, donde muestran la historia del desarrollo de la danza y la música cubanas, desde la época colonial hasta nuestros días.
Gustavo Cabrera fungía como director general y Furè como director artístico y asesor folclórico. Manolo Micler asume el regisserato. Ramiro Guerra es coreógrafo y asesor coreográfico, Roberto Espinosa es el coreógrafo principal. Y algunos bailarines desempeñan responsabilidades técnicas: Alfredo O´Farrill conduce la Comisión de escena; Ana Luisa Cáceres se ocupa de peluquería, maquillaje y adornos; Carlos Aldama se encarga de la percusión; y Lázaro Ros es responsable de informantes, demostradores y de Canto. Ramiro Hernández organiza la utilería y la artesanía.
En 1982, para festejar los 20 años, el Conjunto Folclórico Nacional comparte el escenario del Teatro Mella con La fleur du rose, grupo haitiano de Cueto, provincia de Holguín; la Tumba francesa de Guantánamo; y el Grupo Arará de Perico, en Matanzas.
Rogelio Martínez Furè explica: Hombres y mujeres de nuestro pueblo que han sabido conservar, como preciosa joya, las danzas, cantos, instrumentos musicales y vestuarios auténticos, de una tradición transmitida de padres a hijos a través de los siglos…(18)
Y concluye: El Conjunto Folclórico Nacional de Cuba ha deseado hacer patente su respeto a la tradición al invitar a estos grupos (…), convencido de que tan sólo el contacto permanente con la savia viva de los “focos culturales” permitirá conservar la vigencia y fuerza telúrica en sus proyecciones folclóricas teatrales”.(19)
Fue el momento de rendir tributo a Roberto Espinosa Amor, quien falleció el 2 de noviembre de 1979, en su natal Guanabacoa. Fue uno de los fundadores de la agrupación, donde se inició como bailarín. En 1971 estrenó Alafìn de Oyó, obra devenida en un clásico; también es el autor de Palenque, Arará, Ogún y Oyá. Furé lo catalogó como “el más capaz de los coreógrafos de folklore cubano…” (20)
Los créditos anuncian a los Primeros bailarines:
-Margarita Ugarte Martínez
-Zenaida Armenteros Calvo
-Silvina Fabars Gilar
-Johannes Garcia Fernández
-Alfredo O´Farrill Pacheco
Santiago Alfonso aparece como colaborador. Teresa González es la Directora General. El maestro Ramiro Guerra es el coreógrafo principal. Otros coreógrafos son Manolo Micler, Johannes García, Teresa González, Juan de Dios Ramos, Juan Jesús Ortiz, Janitzia Velázquez, Servando Gutièrrez, Domingo Mariano Pau, Ana Luisa Cáceres.
El Ballet de la Televisión Cubana y el Conjunto Artístico de las FAR también fueron invitados a la temporada.
Foto: Jesús Pérez Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Ramiro Guerra en el Conjunto Folclórico Nacional
Alfredo O´farrill trabajó en las obras que Ramiro montó con el Conjunto Folclórico Nacional y fue testigo de la salida del fundador del movimiento de danza moderna cubano:
Ramiro Guerra se fue porque la dirección artística del Conjunto le hizo la guerra por sus criterios artísticos, los conocimientos de la dirección artística del momento no llegaban más allá de lo que Ramiro Guerra proponía. Ramiro hizo Tríptico oriental, ahí están todas las danzas del oriente cubano pero con un lenguaje nuevo desde el punto de vista coreográfico, y no se desvirtuó ni el vudú ni la tumba francesa. Lo que pasa es que había un hilo conductor nuevo, no era poner danza por poner danza. (21)
El investigador Roberto Pérez León argumenta la trascendencia del trabajo de Ramiro en el Folclórico, a partir del estreno de Trinitarias, obra de toda una noche:
Sin confinarse, respetando las dimensiones folclóricas, el proceso de creación coreográfica de Trinitarias dio lugar al esplendente desarrollo de una propuesta de teatralización del folclor inédita entre nosotros. Con la fidelidad de un fervoroso creyente Ramiro Guerra hizo trascender el hecho folclórico a acontecimiento teatral inobjetable, aún no superado ni el orden formal ni en el estético. (22)
Y continúa: Aquel 29 de mayo de 1982 Trinitarias fue una aparición de colores y sonidos, humor popular, canciones, bailes, música por obra de la concreción teatral de la puesta en escena de Pregones, el Cabildo de San Antonio (congos reales), las Tonadas Trinitarias, la Parranda de Taita La Lanza, la Trova Trinitaria, la Comparsa El Cocuyé, la Comparsa de los pitos y la Fiesta Sanjuanera.
Trinitarias fue entonces una obra de una expresión plástica con gracia y sutileza salida de la imaginación de Eduardo Arrocha que sin traicionar la tradición artesanal trinitaria, la dotó de una decisión artístico-escénica en conjunción con la voluntad global del montaje entre danzas religiosas del cabildo de los congos, rezos, mitos, comparsas, canciones trovadorescas, la matanza de la culebra, el carnaval con su gama de personajes, el Día de Reyes, las parrandas, los coros callejeros con sus tonadas.(23)
En 1986, la temporada en el Teatro Mella se extendió del 8 al 25 de mayo, con motivo del XXIV aniversario. Además de las obras habituales del repertorio, se presentaron 3 coreografías del maestro Ramiro Guerra: Coro de claves; Refranes, dicharachos y trabalenguas, Concierto de percusión. De Teresa González pusieron Alacrán, de Teresa González; y de Manolo Micler se presentaron Tumba francesa, Campesino, Sones, Apalencado, Orishas, Habanera, Baile de chancletas.
En 1989 todavía Teresa González es la directora, y en la temporada dedicada al XXX aniversario del triunfo de la Revolución el programa incluye La rumba de los muertos, de Gerardo Lastra, quien era miembro de la entonces Danza Nacional de Cuba. Diseño de Eduardo Arrocha. Versión coral de Dolores Torres y Eva Despaigne como asistente del coreógrafo.
Foto: Nieves Fresneda. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Las notas al programa de mano expresan:
Se trata de una estampa folclórica que utiliza el Complejo de la rumba con su contenido de belleza y libertad creadora, como motivo central de inspiración.
Esta obra recrea la rumba a través de algunos de los más populares personajes, logrando así el disfrute de sus figuras trascendentales y de la riqueza musical del género.
Utilizando el Cementerio que no es más que un solar de muertos y el solar típico cubano, el cual era un cementerio de vivos, presentamos estos personajes populares dispersos en el tiempo y la distancia, en una breve historia que los unirá a todos, quedando vivos en el desenlace final, en esa simbiosis, cementerio-solar de nuestra eterna recordación. ( 24 )
Durante el período en que Teresa González fue la directora se iniciaron espacios de gran valía:
-El Sábado de la Rumba, espacio de gran arraigo popular y de exaltación de los rumberos
-El rincón del tío Maputo, dedicado a los niños
-El Laboratorio FOLKUBA, taller para el aprendizaje de las danzas tradicionales y los bailes de salón
En el Conjunto Folclórico Nacional se gestó la fundación de tres agrupaciones. El Grupo Folclórico Raíces Profundas, la Compañía de Danzas Tradicionales de Cuba JJ y Obiní Batá. La primera fue creada en 1975 por Juan de Dios Ramos, bailarín, coreógrafo y percusionista. Hoy, bajo la dirección de Idolidia Ramos, presentan las coreografías de Emilio Hernández, coreógrafo que asume las variaciones que la vida impone a las tradiciones, porque son un hecho vivo que se nutre de la contemporaneidad. Su visión transgresora de la representación escénica del folclor alcanzó su esplendor con el espectáculo Patakín, que sacudió del marasmo a la danza folclórica profesional.
La Compañía de Danzas Tradicionales de Cuba JJ fue creada por Johannes García, Juan García, Julián Villa, quienes fueron integrantes del Conjunto Folclórico Nacional; y por Perla Rodríguez, primera bailarina de la que es hoy Danza Contemporánea de Cuba. JJ, como se le conoce a la agrupación, ha desarrollado una intensa gestión a favor de las tradiciones danzarías populares de nuestro país. Además de las presentaciones en escenarios de Cuba y de otros países, promueven eventos como el Encuentro de bailes populares y de salón de Cuba y el Habana Danzón.
Obiní Batá se fundò en 1991, o 1993, por mujeres, bailarinas capaces de tocar con destreza los tres tambores batá, acción que hasta ese minuto solo podían realizar los hombres por motivos religiosos. Bajo la dirección de Eva Despaigne, sus integrantes cantan, bailan y tocan cajones de rumba, maracas, guayos, claves, tumbadoras, chequeré, bongoes, campanas. Por esa razón son consideradas las abanderadas del auge de los rostros femeninos en la percusión en Cuba.
Ha sido la Dra Bárbara Balbuena, decana fundadora de la Facultad de Arte Danzario, y una de las más prestigiosas folcloristas de Cuba, una atenta seguidora de la labor del Conjunto Folclórico Nacional en la década del 90 del siglo XX y en lo que va del siglo XXI:
En el período de los 90 comienza un esfuerzo de búsqueda por la renovación y del cómo combinar las formas más tradicionales con las visiones contemporáneas del folklore danzario. En esta etapa se destaca la labor creativa del joven bailarín Alexander Varona, quien incursionó como coreógrafo con tres títulos: Oshé (1992), De Cuba, cantos y danzas (1995) y Aikunwa (1998). Precisamente con Aikunwa (Rey de la Tierra), el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba obtuvo el Premio Villanueva, que se entrega cada año a aquellos espectáculos teatrales y danzarios, que a juicio de la crítica constituyen estrenos relevantes (25 )
Balbuena reseñó Dahomeñó, una coreografía de Manolo Micler, estrenada en el año del 45 aniversario del Conjunto:
…inspirada en la cultura dahomeyana conservada en la música y las danzas de las casas templo Arará de Cuba. La proyección folklórica, que evocaba antiguos ritos de fertilidad, fue una muestra de propuesta escénica contemporánea, en cuanto a vestuario, movimientos y diseños espaciales, así como una excelente interpretación de los bailarines y del coro folklórico particularmente muy afinado. A pesar de su contemporaneidad Dahomeñó no traiciona su esencia folklórica, lo que evidencia la madurez del coreógrafo y su fidelidad hacia los objetivos de la Compañía, trazados desde su fundación. ( 26)
No todo fue loable en ese 2007. La convocatoria a coreógrafos de diferentes signos estéticos no fue bien recibida, artistas que se desempeñan en el estilo clásico, moderno, variedades, fusión, espectáculo, crearon obras que no volvieron a subir a escena. Es la evidencia de las contradicciones entre los cultores de la danza folclórica, que desaprovecharon la oportunidad de multiplicar las vìas de creación escénica. El programa se conformó así:
-El río y el monte, de Alberto Méndez
-Raíces, de Danny Villalonga
-Cocón-coqueteando, de Lizt Alfonso
-Dichosos los que bailan, de Isidro Rolando
-Homenaje, de Santiago Alfonso
-Avemaría la rumba, de Pancho González
Varios creadores que trabajaron con el Conjunto Folclórico Nacional, han sido reconocidos con los Premios Nacionales de Teatro, Danza, Diseño, por la obra de toda la vida:
Directores:
La dirección del Conjunto Folclórico Nacional cambió en varias ocasiones:
Foto: Clase de Nieves Fresneda en el Restaurante El Patio. Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Sedes:
Restaurante El Patio
5ta y D
Salones del Teatro Nacional. Cortesía de Ramiro Guerra
Calle 4 y Calzada, Vedado. Sede actual
El Conjunto Folklórico Nacional de Cuba ha recibido diferentes premios y condecoraciones tales como:
“Tonel de Oro”- Dijon, Francia, 1975
“Collar de Plata” –Dijon, Francia, 1975
“Templo De Oro”- Agrillento, Italia, 1988
“La Irsuta de Oro” -Festidanza Arequipa, Perú 1974 y 1984.
“Bandeja de Plata” -Billinghan, Inglaterra.
“La Adyá de plata”- Premio Internacional Don Fernando Ortiz, 2008.
Los festejos por los 55 años del Conjunto Folclórico Nacional se dedicaron a exaltar a Fidel, quien fuera uno de los grandes promotores de la agrupación. Manolo Micler recuerda algunos pasajes:
…nosotros fuimos invitados por el Comandante en Jefe muchas veces a realizar actividades artísticas en Cuba y en el exterior, estando de gira en Moscú nos mandan a buscar porque él nos había invitado para que actuáramos en la Cumbre de los Países No Alineados que se estaba celebrando en Argelia, y allí fuimos.
Aún así, siendo reconocidos y apoyados por la más alta dirigencia del país quedan algunas gentes que no son muy amantes de las manifestaciones folklóricas considerándolas un subproducto de la cultura nacional, no las valoran, por tener conceptos pequeñoburgueses y racistas acerca de lo que es arte, menospreciando las expresiones más raigales creadas por el pueblo.
Después el líder de la Revolución fue a nuestro estreno, de ese momento existen fotos donde está él junto a Bola de Nieve en el debut del Conjunto en el Teatro Mella. (27)
Ese año Micler recibió el Premio Nacional de Danza, y en el Teatro Mella se presentó el como invitado el grupo Ekobios, de Colombia. También subieron a escena Ave María la Rumba, creación de Pancho González con música de Guido López Gavilán y textos de José Zacarías Tallet, coreografía inspirada en danzas de origen yorubá y dedicadas a Oyá (orisha guerrera, dueña del viento y la centella); y Danzón Barroco, de Santiago Alfonso.
Se estrenó En mi patio, una coreografía de Manolo Micler y Leiván García; espectáculo que transita por diversos géneros musicales y danzarios cubanos, desde los más raigales hasta los actuales: cantos y bailes que evocan ritos lucumí, sones, pregones, boleros, rumbas (yambú, guaguancó y columbia), llegando al casino y la conga. También se muestran escenas de teatro costumbrista.
Durante la pandemia provocada por la Covid 19, el joven coreógrafo Leiván García con su proyecto Bara, estrenó la coreografía Julián, para ser transmitida por las redes sociales, lo cual posibilita multiplicar el número de espectadores. El creador parte de la Columbia, danza que tradicionalmente solo es bailada por hombres, y abre la senda para que la bailen las mujeres, rompiendo con un mito herencia del legado patriarcal, fuertemente impregnado en el imaginario social. A Leiván le inquieta el diálogo entre la tradición y la contemporaneidad, se propone recrear el extraordinario acervo tradicional cubano con las herramientas escénicas del siglo XXI.
A punto de arribar a los 60 años de trabajo, el Conjunto Folclórico Nacional no ostenta el esplendor de otrora. Se extraña su presencia frecuente en los escenarios, las emociones que provocaban en las funciones en que bailarines y músicos estremecían las columnas del Teatro Mella. Ojalá las celebraciones marquen nuevos rumbos que permitan recuperen su liderazgo en el panorama danzario del país.
Foto: Archivo del Centro de Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo
Notas:
1- Monal, Isabel: Palabras por el 40 aniversario del Conjunto Folclórico Nacional. En Tablas 2, de 2002
2- Chió, Evagelina. Nieves o el mito de la danza. En Revista Revolución y Cultura, La Habana, Nùmero 85, 1979.
3- Estrada Betancourt, José Luis. Siempre puente, nunca frontera. Entrevista a Rogelio Martínez Furè. En Periódico juventud Rebelde, La Habana, 23 de septiembre 2012.
4- Estrada Betancourt, José Luis. Siempre puente, nunca frontera. Entrevista a Rogelio Martínez Furè. En Periódico juventud Rebelde, La Habana, 23 de septiembre 2012.
5-Tomado del Programa de mano
6-Galindo, Luis. El etnocoreógrafo relata su paso por varios países, sus inicios en la escultura y su amor por la danza. Tomado de 20 minutos, México, 26 de diciembre, 2019
7-Rodolfo Reyes ha trazado la historia de la danza en nuestro continente. Tomado del Boletìn 1933, 10 de diciembre de 2019. Tomado del Gobierno de México. INBAL
8- Tomado del Programa de mano
9- Redacciòn. El XI Festival Internacional del Teatro de las Naciones. En Parìs el Conjunto Folclòrico Nacional. En Conjunto-1-64, julio-agosto.
10- Garbey Oquendo, Marilyn: Alfredo O´farrill: El Conjunto Folclórico Nacional fue mi escuela. En Cubaescena, 2017
11- Garbey Oquendo, Marilyn: Alfredo O´farrill: El Conjunto Folclórico Nacional fue mi escuela. En Cubaescena, 2017
12- Garbey Oquendo, Marilyn. Manolo Micler: El Conjunto Folclórico Nacional està comprometido con la cultura. En La Jiribilla, número 845, 2018
13- Garbey Oquendo, Marilyn. Manolo Micler: El Conjunto Folclórico Nacional està comprometido con la cultura. En La Jiribilla, número 845, 2018
14- Gárciga, Thais. Juan García. El Conjunto Folclórico Nacional surgió para revelar la riqueza danzario-musical preservada por el pueblo. En revista Todaladanza No.4 Septiembre/Octubre 2021
15- Martiatu, Inés María. Reflexiones en los cuarenta años de María Antonia. En Una pasión compartida: María Antonia. Selección y prólogo de Inés María Martiatu. Editorial Letras Cubanas. La Habana, 2004
16- Martiatu, Inés María. Reflexiones en los cuarenta años de María Antonia. En Una pasión compartida: María Antonia. Selección y prólogo de Inés María Martiatu. Editorial Letras Cubanas. La Habana, 2004
17- Pogolotti, Graziella: El silencio de los excluidos. En Una pasión compartida: María Antonia. Selección y prólogo de Inés María Martiatu. Editorial Letras Cubanas. La Habana, 2004
18- Tomado del Programa de mano
19- Tomado del Programa de mano
20- Tomado del Programa de mano
21- Garbey Oquendo, Marilyn: Alfredo O´farrill: El Conjunto Folclórico Nacional fue mi escuela. En Cubaescena, 2017
22- Pérez León, Roberto. Trinitarias. Monumento danzario del folclor nacional. Cubaescena.26 de mayo de 2020
23- Pérez León, Roberto. Trinitarias. Monumento danzario del folclor nacional. Cubaescena.26 de mayo de 2020
24-Tomado de Programa de mano
25- Balbuena, Bárbara: Conjunto Folclórico Nacional de Cuba. Medio siglo de vida. En Danza.cu. Para la investigación, promoción y desarrollo de la danza. Junio 201
26- Balbuena, Bárbara: Conjunto Folclórico Nacional de Cuba. Medio siglo de vida. En Danza.cu. Para la investigación, promoción y desarrollo de la danza. Junio 2012.
27- Garbey Oquendo, Marilyn. Manolo Micler: El Conjunto Folclórico Nacional está comprometido con la cultura. En La Jiribilla, número 845, 2018
Bibliografía:
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Redacciòn. El XI Festival Internacional del Teatro de las Naciones. En París el Conjunto Folclórico Nacional. En Conjunto-1-64, julio-agosto.